Esta semana hubo una buena noticia para Tucumán. El jueves quedó inaugurado el nuevo parque El Provincial, una vieja deuda que peloteaba entre la Nación, la Provincia y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Esta última fue la que agarró finalmente el proyecto de ofrecer un nuevo espacio verde de calidad para los vecinos.
El predio de El Provincial ocupa un área de 27.000 m² (2,7 hectáreas). La ciudad, agradecida, teniendo en cuenta que todavía está bastante lejos de las cifras que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS): según el organismo, la relación ideal es 9 m² por habitante. Es el índice que se toma popularmente como el estándar, para planificar los espacios urbanos y también para denunciar el déficit.
En estos momentos, San Miguel de Tucumán tiene casi 6 m² de espacio verde por habitante. Lejos de los 9 ideales, pero mucho más cerca que la localidad más deficitaria en este aspecto: Banda del Río Salí tiene 0,36 m² de espacio verde por persona.
Esos datos provienen de un relevamiento que está realizando el Laboratorio del Paisaje (LaP) del Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la UNT (OFUT), que trabaja en indicadores y cartografía de infraestructura verde en el aglomerado metropolitano de Tucumán.
En su informe “Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente”, la OMS sostiene la tesis de que una mejora de los ambientes urbanos reduciría las enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica y fomentarían la práctica de actividades físicas. Ahí, los espacios verdes son la clave. Ese trabajo cita como ejemplo la ciudad de Curitiba, Brasil, que ostenta 51,5 m² verdes por habitante. (El informe se encuentra adjunto al final de esta nota).
Son muchos los estudios científicos que han abordado este tema y las conclusiones siempre apuntan a lo mismo: las personas que viven cerca de espacios verdes, viven más y mejor. El más reciente y completo fue publicado este mes en la revista The Lancet Planetary Health, y anuncia que un aumento del 10% en las áreas verdes llevó a una reducción promedio de 4% en la mortalidad prematura.
Déficit y posibilidades en Tucumán
Primero, una definición. ¿A qué llamamos espacio verde?
"La infraestructura verde se define como una red multifuncional planificada de paisajes y espacios verdes que suministran servicios ambientales, mejoran la conectividad ecológica, funcional y perceptual de los ambientes urbanos y la calidad de vida y bienestar de la población de las ciudades", explica María Paula Llomparte Frenzel, tucumana, doctora en Ciencias Sociales y arquitecta, miembro del OFUT.
Simplificando: un espacio verde se considera como tal cuando la gente lo puede aprovechar. Cuando el gobierno lo toma dentro de su planificación para mantenerlo y mejorarlo de manera permanente. Con esa definición y teniendo en cuenta el déficit en casi todos los municipios (exceptuando Tafí Viejo, que alcanza los 11,31 m² per cápita), aparecen las potencialidades.
Según los análisis del OFUT, en casi todas las localidades que integran el área metropolitana se podrían sumar importantes áreas de espacios verdes para cumplir y en algunos casos superar ampliamente el estándar de la OMS. Tomando como ejemplo Banda del Río Salí (la más deficitaria) podría llegar hasta 17,74 m² por habitante.
"Las amenazas vinculadas al cambio climático imponen definir políticas públicas basadas en la naturaleza. El territorio metropolitano de Tucumán (SiMeT) contiene numerosas potencialidades para incorporar infraestructura verde. Por estas razones esta estrategia ha sido incorporada en los Lineamientos Estratégicos para el área metropolitana de Tucumán", señala Llomparte.
En ese contexto de necesidad imperiosa de espacios verdes, surge un cambio de paradigma que permite considerar ya no solo las plazas, parques y plazoletas, sino que abre las posibilidades a otras áreas que pueden ser sistematizadas y agregadas a la red de espacios verdes. "Se incorporan los bosques urbanos y periurbanos, bordes de ríos y canales, bulevares, bosques nativos (Ley 8.304), entre otros", indica la arquitecta.
"Alcanzar estándares de cobertura mínima de espacios verdes por habitantes, garantizar espacios inclusivos, conectados y accesibles a todos los ciudadanos son los grandes desafíos", finalizó.